Cultura

Noviembre 02, 2012

La palabra “cultura” me recuerda a la palabra “cultivo”, la cual a su vez me recuerda a las plantas. Las plantas son seres vivientes extraordinariamente inteligentes que han demostrado, a lo largo de millones y millones de años, que son resistentes, resilientes y con un gran sentido de evolución.

Sin ir más lejos, mucho antes que el ser humano apareciera en la Tierra, las plantas nos llevaban ya una ventaja de 500 millones de años; y no se tú qué opines, pero para mí ¡es una gran diferencia! (considerando que los primeros hombres (monos) aparecieron apenas hace 7 millones; y así tal cual como hombre en sí, hace sólo 2 millones de años.

Con toda esa experiencia acumulada, considero que las plantas son un ejemplo a seguir, porque de manera natural crecen y se expanden, y lo que es más, aunque encuentren obstáculos en su camino se las ingenian para darles la vuelta y seguir creciendo. ¿Has visto un árbol que deforma su tronco y libra una casa? ¿O una planta que nace entre el pavimento? ¿O quizás una palmera que por haber crecido tanto dobla su tronco pero se mantiene de pie?

Sin importar lo que todos los demás piensen de la planta, ella hace lo que tiene que hacer para seguir creciendo y seguirse expandiendo.

Tal vez traspasa paredes, límites, fronteras, países; pero al mismo tiempo se sigue manteniendo en su localidad, en su tierra, en su ambiente. Responde al clima en el que se desenvuelve, y permanece a lo largo de los años adaptándose, mejorándose y manteniéndose firme.

Por mucha globalización que exista el día de hoy, las plantas nunca olvidan sus raíces, porque dependen de ellas para seguir creciendo. Entre más alto crece el tronco del árbol, más profundas son sus raíces, para aportarle todos los nutrientes de la tierra, y mantener el equilibrio y estabilidad del árbol completo.

Hay quien piensa que sólo a los jardineros les deben gustar las plantas; sin embargo, para disfrutarlas no es necesario ser experto en cada uno de sus detalles. Tan sólo basta con querer contemplarlas reconociendo que, hagamos lo que hagamos, siempre serán parte de nuestra vida. Así son las plantas; y así es, la cultura.